Hace tiempo que quería escribir no sabía cómo. Sobre mis amigas casadas e infieles que conocí por un chat sumisas y ahora gozo con ellas. Vivo solo, soy de Barcelona y desde hace tiempo entro en los chats de mujeres solas, casadas, divorciadas, solteras o simplemente de maduras con ganas. Por eso, los matrimonios hoy día no duran mucho.
He conocido a tres en concreto. Dos mujeres de mediana edad, las dos casadas y de buen ver, pero sobre todo, muy viciosas. Las dos son amigas, y por el chat, hablé con una de ellas y me dijo que podríamos quedar. Con sola una condición, que no quería venir sola, quería estar con su amiga del alma. Así que vinieron las dos juntas.
Dos amigas casadas que conocí por el chat sumisas
Así que a una de ellas fue la que conocí por internet, por el chat sumisas que a veces entro a ver lo que hay. Pero generalmente son hombres todo. Todos mienten mucho, y no te puedes creer nada, pero casualmente después de tiempo me encontré a Laura. Ella es real. Y logré hablar con ella por teléfono.
De este modo, quise comprobar que era una mujer, no un hombre como muchas veces pasa, detrás del nick. Y sí, con voz sugerente y sensual, Laura se me presentó y estuvimos hablando durante rato.
Y es por eso, que ahora puedo estar relatando su historia. De ahí, surgió Sonia, su amiga, que quería venir con ella a la cita. A Laura, le daba miedo quedar con un desconocido y más sabiendo que era el chat sumisas, el origen de nuestro encuentro. Todo eso de la sumisión aún le otorgaba un plus de temor para quedar con un hombre. Pero quedamos. Una foto de lo que hoy son sumisas y mis amigas. Si quieren más de la historia, me lo pueden decir.
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