Y de esta forma mi amante siempre sabe lo que me gusta, me ordena, a veces visito chat sumisas y mi marido lo sabe. Como ya dije, lo sabe todo pero no puede hacer nada. A mi amante le gusta verme a su servicio, con hombres dominantes pollones que es como me gusta y hacer cosas que no haría por nadie. Como entrar en esos sitios de sometidas.

Y mi esposo, no le llega ni a la suela de los talones, que es como un día le tendremos que poner. Me parece que lo desea, aunque hasta ahí no hemos llegado todavía. Eso lo no hemos hablado, pero bien sabe que quedo con él, como esta última vez en la habitación de siempre, en la 525. De negro, con lencería negra como a él le gusta. Y no hay más que hablar.
Así que con este calor, mientras no tengo a Mario, me entretengo como él me ordena, entrando en páginas web que me estimulen. También de vez en cuando llamo a alguna linea erotica machos o telefono erotico de hombres con miembros grandes y dominantes. Fantasear me excita. Y más, si lo que hago, son sus órdenes y mandatos.

Me calienta sobremanera los chats calientes, especialmente el chat sumisas con pollones, en el que soy asidua últimamente. Me transformo en zorrita sumisa, para otros hombres, y para que el morbocornudos de mi marido, sepa y reconozca, que puedo ser una perrita para otros. Una sumisa servil. Y eso, eso le moja su minipolla.

Esos machos que dominan a mujeres como quieren, no sé cómo lo hacen. Porque yo tengo a mi esposo, que ni lo intenta porque no puede, y además, me mira cuando chateo, y solo tengo que mirar para abajo. Así, veo su pobre erección, que intenta ser hombre, pero se queda en eso, en mini pene mojado y caliente.

Chat sumisas con pollones de verdad

Y desde que chateo con hombres dominantes, entonces se hace aún más poderoso mi amante. Porque noto su valía. Muchos hombres quieren ser dueños, amos, pero son faltos dominantes. Como Mario ninguno. Quizá lo dentro idolatrado pero, ¿qué le voy a hacer?. Es el que me coge del pelo, me pone a cuatro patas y me dice:

– Chupa, zorra!

Sin más, porque es la única manera de decírmelo, de otra ni sabe ni le sabe de los huevos. Unos testículos enormes y llenos de esperma semental para su zorra. Cuando todo esto le explico a mi esposo, despues de una buena sesión con mi macho, su ridícula polla se quiere levantar de lo excitado que se pone, quizá más por Mario que por mí, no sé. El caso es que me da igual, lo único que me interesa y quiero es satisfacer a mi hombre de verdad.
Cuando lo noto detrás, sé quién manda y domina, solo puedo que incorporar más mi culo y subírselo para él, para ofrecérselo mejor, y que no tenga problemas de clavármela. Aunque no lo tiene. Mi esposo a cuatro patas ni podía metérmela. Qué diferencia cuando se está con un macho de verdad que con su buen nabo, te empotra sin contemplaciones,, cual sea la posición. Y luego noto, su grandeza cuando se la mamo en la cama y le agarro el tronco potente y endurecido, todo un pollón que no puedo con él. Y no puedo seguir, a menos que puedan comentarme, sus pensamientos más pervertidos.