No podía entender como mi madrasta española tetona había llegado a ese punto. Me llamo Sara y la verdad que desde que papá ya no está me he tenido que quedar con ella. Lo cierto es que no tenemos nada que ver, ella tan morena, tetona y maciza y yo, poquita cosa. Rubia y delgadita, apenas tengo ahora los 21 años y ella me sacará unos treinta.
Así que regresaba como siempre del supermercado donde trabajo de reponedora del Mercadona. Vaya trabajo, para eso tanto estudiar en la Universidad y ahora tengo que reponer los guisantes que se acaban o los condones, que se gastan como una piruleta a la puerta el colegio. Desde que ahora ya se puede salir un poco más, de la pandemia, la gente los compra en masa. Condones durex y más condones. Porque van más calientes que mi madrastra española tetona . Que por cierto, se llama Laura y tiene un Satisfyer Pro 2 next Generation. Bueno ella y todas y es una madura española caliente.
Madrastra española tetona follando sin parar
Llegué ese día a casa antes porque no me encontraba muy bien y dije en el trabajo:
-Me voy! no me encuentro bien.
-Claro que sí Sara, vete y vuelve con más fuerza mañana- me dijo el encargado
-Adiós.
Y así sin más dejé el Mercadona tras de mí esperando llegar a casa y relajarme. Tomar algo para encontrarme mejor. Y ahí estaría mi madrastra española tetona, Laura, que desde hace tres años vivimos juntas y solas.
Pero cuál fue mi sorpresa al introducir la llave porque no la encontré por el salón.
-Laura, ¿estás? – dije
Porque yo no la llamo madrastra ni nada por el estilo, Laura como si fuera alguien no cercano pero tampoco lejano. No sé, no me sale decirle mamá ni madrastra. Así que la o le llamo Laura.
Pero no había contestación, no me respondía, y me acerqué al cuarto de baño por si estuviera ahí. Pero nada.
-¿Dónde Laura estará? Comprando lo más seguro.
Incesto maternal con mi madrastra caliente
Sí, eso pensaba yo, comprando, sí comprando el pasaporte al país del nunca jamás y de la corrida al despertar. Vaya! cuando miré para su cuarto, vi la puerta abierta de par en par pero es que los muelles de la cama azotaban sin parar. Y el sonido, que yo creía que era de otro sitio o yo que sé, era de la cama de matrimonio de mamá, pero ahora de Laura.
Y bueno, lo demás os lo podéis imaginar estaba follando con un tío, pero claro, nunca la había visto cabalgar un polla. Hasta este día, que bien me acuerdo, era un martes cualquiera.
Sus tetas son grandísimas, alguna vez se las había visto al salir de la ducha pero poco, porque ella es tirando a recatada. No se expone fácilmente. Pero, madre del amor hermoso, sus tetas se movían y botaban como las películas porno.
Y yo la miraba…y…
Fdo. Sara española
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