Mi historia es como la de muchas mujeres de mi edad, madura española tetona, ya sean cuarentonas, cincuentonas o de sesenta o más años. Divorciadas pero con ganas de marcha y los hombres de nuestra edad ya no están para esos trotes.
Me había divorciado recientemente, el divorcio me sobrevino de la manera más natural de mundo, tan como me casé, me divorcié. Mi marido nunca me supo satisfacer del todo. Lo cierto es que sí, me casé enamorada, que quizá fue una interpretación mía. Ya se sabe que la mente lo domina todo.
Pero ahora y ya pasados los cuarenta años, no encontraba la razón para seguir con él. Y me divorcié hace muy poco. Y es cuando he empezado a ser yo misma.
Sí, es así.
Madura española tetona con yogurín
He empezado a conocerme a fondo, a sentir de verdad, no sabía lo que me estaba perdiendo durante todo este tiempo. Cuando eres pequeña, te dicen que te tienes que casar, con un buen hombre, ser feliz y todas esas chorradas, que a día de hoy, me las paso por mi caliente coño.
Sí, y digo caliente, porque lo tengo encendido todo el día, parece el letrero de una farmacia de guardia.
¿Y quién lo hace posible?. Pues de momento, un chico que he conocido por un chat, por internet, Raúl, que en principio creía que era mayor. Pero no, porque al final quedamos y lo vi. Me sedujo de él, además de la forma de escribir y de su gracia, me atrajo su frescura, su inocencia, su «no sé qué» pero que mi marido, ni de lejos lo tenía.
Yo todavía estoy de buen ver, y lo cierto es que los hombres me miran por la calle con deseo, con ese afán sexual que toda mujer desea obtener. Los piropos me encantan.
Soy morena y voluptuosa. Si quieren saber más de mi historia con Raúl, dejen su comentario. Y seguiré.
0 comentarios