Después de la primera parte estas maduras gordas españolas iban a por más, querían probar al vecino. Qué tal andaría de polla y si podría aguantar a las dos vecinas. Lo cierto es que sus maridos estaban trabajando y como de costumbre que tomaban el café, decidieron invitar a Federico. Su vecino, con el que nunca habían tenido nada, pero con el que les gustaría tener algo.
Ellas son dos amas de casa con edad de tener sexo y follar, rellenitas, gorditas y muy desatendidas. Sus maridos no saben que hoy las zorras de sus mujercitas, les harán cornudos y los dejarán como nuevos. Su vecino sentado en el sofá intuye lo que puede pasar. Y una de ellas María, la rubia con dos buenas tetazas ya le está atacando. Él no puede más que mirar y apreciar cómo ellas estruja uno de sus melones.
Maduras gordas españolas desesperadas
De esta forma acabaron los tres muy cerca, son esas tazas de café a medio tomar y con los jugos sexuales lubricando. Las dos gorditas se estaban humedeciendo por momentos. Deseaban estar a cuatro patas desnudas y sentir cómo la polla de su vecino entraba y salía. Lo soñaban. Y él, un desempleado llegando a la treintena, aún vivía con sus padres y se mataba a pajas entrando en chat sumisas y maduras españolas. Aunque solo encontraba a tíos ahí.
Pero era su tarde de suerte, ahora tenía a su lado a dos mujeronas reales, gordas y feas, pero con un buen coño para meterla. ¿¡Y qué más da¡?. Pensaba Federico, si para mí lo más importante es meterla. ¿No dicen eso los del fútbol? Que lo importante es ganar, es decir, meterla. Y no jugar bonito. Pues a eso he venido.
Vecinas rellenitas impacientes por chuparla
Después ellas se fueron toqueteando, acercándose más a él, que espatarrado les ofrecía su paquete. Ellas se preguntaban como sería a pelo descubierto. Y el joven esta tarde ya no tenía que llamar a ningún número de linea erotica tetonas ni maduras ni chatear con maduras feas por Skype. Lo tenía todo en casa. A estas dos preciosidades y madres al mismo tiempo.
Ya le habían desabrochado el cinturón, las maduras gordas españolas estaban con las rajas mojadas y esperando. Sus marido trabajando y Federico con el paquete gordo y sumergido. Al final se lo sacan y Pili la morena y más glotona se agacha a mamar, su amiga le ayudará. Seguirá…
0 comentarios