Tenía ganas de hablar con una madura desde mi casa, y no tener que hacer movimientos de ningún tipo. Además ahora no se puede ir a ningún sitio prácticamente. Así que desde mi habitación y con el móvil en la mano marqué ese numero caliente de amas de casa viciosas. Y fue del todo fácil porque enseguida se puso ella, después de pagar con tarjeta five euros. Una desconocida total para mí. Es lo bueno de la linea erotica peludas en este caso, que hablas sin compromiso y te calientas sin aspavientos. Peludas porque me excita el vello femenino.
Nadie te dice si está bien o mal, y yo la preferí con más pelos que King Kong. No sé que tiene el vello corporal de madura, que me pone más caliente que una lagartija en verano. Me dijo que tenía el coño bien peludo y que a su marido no le gustaba. O sea, casada y hablando por el teléfono caliente, toda una guarra de cuidado. Lo que yo andaba buscando. Ni más ni menos.
Luego me dijo que qué me gustaba, le dije que lo del pelo en la vagina me la ponía muy dura. Porque cuanto más guarro y salvaje lleva el sexo una mujer, más natural lo encuentro. Es como volver al principio. A los ancestros. Y su coño me dijo que era gordo, con labios interiores y exteriores abultados. Toda una obra de arquitectura natural.
Además velludo castaño a no poder más, con extrema dificultad en su visibilidad ingénita o interina. O sea, un matojo de campo. Perfecto.
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Después de eso, me preguntó si tenía alguna fantasía o si me gustaba algo en especial. Y cómo no, en esos diez minutos que hablé con ella, pagando con tarjeta, tenía tiempo para decirle lo mío. Mi predilección junto al vello femenino, es la entrada en derredor, es decir, el sexo analógico. También conocido, como follada anal.
A lo que ella me contestó: «no me digas que te gusta el sexo anal?»
Pues sí, le dije, ¿y a ti?, y su respuesta fue tajante: por supuesto.
Pues qué te parece si imagino que te la estoy metiendo por detrás, mientras te acaricio tu coño peludo y tu gimes como una posesa? Le solté. Y ella estaba al otro lado de la línea, y ya estaba gemiendo. No hacía falta ya ni hablar. Me imaginaba jodiéndola al máximo, por detrás en esta linea erotica anal amateur, que me la estaba poniendo bien tiesa.
La realidad es que el día anterior había estado chateando con dos maduras españolas, chat sumisas. Dos maduras feas por Skype que me valieron para hacerme un buen pajote con la webcam. Pero con esta ama de casa y casada, descargué leche en masa, cuando la oí gemir al oído.
Fue del todo más real y sincero, tenerla tan cerca al oído. Es más íntimo. Llamadme iluso. Pero es así. Todo un lujo tener a estas amas de casa viciosas, sea cual sea su naturaleza, que andan buscando pollas endurecidas. Para enredarse en mis manos, con sus rojas vaginas.
Lo más erótico son las maduritas peludas, sexo rico.
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Maduras son buenas y con mucha experiencia