No sabía que tenía una profesora caliente catalana hasta que al final un día me dejó ver sus tetas caídas por Skype. Mi empalmada polla venosa fue inmediata y su reacción para pellizcarse los pezones fue automática. Qué bien se los retuerce. Fuimos dos seres unidos por la avalancha del sexo y el calor de una madura profesora y su alumno con la polla tiesa.
Pero empecemos por el principio. Con la pandemia no pudimos ir a clases así que los del colegio, el instituto mejor dicho, tuvieron la gran idea de impartirlas por ordenador, el teletrabajo tan de moda ahora. Así que los profesores y las profesoras ofrecían las clases por un programa especial del insti. Me conectaba y a verlas venir. Hasta que me encontré a ella, mi profesora caliente catalana, tetuda, en 2º de Bachillerato, que es el curso que hago.
En primer lugar tengo que decir que soy un aficionado a la webcam de tías en pelotas, sí, a esas webcam estilo Amateur.tv, Jerkmate, Bongacams, Morbocams y todo lo que termine en cams. Por eso que mirar la cam no me pilla desprevenido, tengo experiencia. ¡Y lo que me gusta ver a una madura guarra en pantalla!, es mi debilidad. Observar cómo se desnuda, se despelota, pide polla y esas tetas grandes que dicen: «Ven con mamá».
Sorpresa XXX de profesora caliente catalana
De esta manera, el teletrabajo de esta profesora de catalán y mis clases de pardillo pajillero fueron pasando de forma anónima, era uno más. Hasta que suspendí y las clases ya no fueron para todos, si no para mí solamente. ¿Por qué? Te estarás preguntando. Porque como soy un zoquete en la materia y tengo ni idea de escribirlo, me gané un muy deficiente y mira por dónde, tuve que recibir clases privadas en verano. ¿Y a quién me encontré de forma casual como profesora online por internet? A Laia, la susodicha, la tan querida tetona del instituto, la misma que me suspendió.
Al parecer daba clases online a escondidas, con un nick falso, además de ser profe del instituto, para ganar más dinero. Y a partir de ahí salió todo. Contactamos por Skype, y para ella fue una sorpresa encontrarme por internet. Y ella, con su nick falso, estaba infiltrada como profesora de repaso de clases de verano azul. Esta vez nos vimos por Skype, pero ya no por ese programa mojigato y absurdo que no se aprende nada, del instituto.
Y comenzamos a hablar, a flirtear, ella a enseñarme muchas cosas y yo a aprender muchas más. Me fue mostrando muchas lecciones, entre ellas sus tetas. ¡Madre mía! ¡Menudas ubres gasta la señorita! Tetas grandes, caídas y vencidas por el tiempo. Al olmo viejo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo, algunos pezones gordos le han salido. ¡Uffff! Qué maravilla.
Follando con mi profesora sumisa y tetona
La verdad es que tengo mucho más para contar y más fotos que mostrar. Imágenes de ella mientras la miraba por webcamer Skype. Porque a partir de ahí, de observarla por la cam, pasamos a masturbamos como lo hace una divorciada en celo a falta de polla con un yogurín excitado. Además, me ponía muy cachondo porque ella se retorcía los pezones mientras la miraba. Yo era y soy un mirón de cuidado, un voyeur en toda regla y ella toda una madura fea por skype. Sí, he dicho fea pero con ganas de follar, porque las feas también follan, también tiene derecho a fornicar. A ponerse a cuatro patas y cabalgar como se merecen, y mover ese culo inmenso.
Por eso, nos hicimos inseparables, Laia al final fue mi sumisa profesora, como si del chat mazmorras se tratara y fue mi esclava sodomizada. Porque la usaba a mi antojo, era mía, mi putita, mi putilla, con todo un alumno XXX y Amo de profesora caliente catalana.
Y de ahí al paraíso, a quedar. Porque quedamos, pero otro día lo cuento. Y quedamos en el coche, para verle el culo inmenso que tiene y para saber lo que es toda una maduraza en celo. Para metérsela en el carro, detrás, en el backseat de mi golf GTI. De esta forma grabarla mientras la follaba y decirle: «Quieta que te la meto ahora mucho más». Ordenarla. Y quedamos en su casa, para verla en pelotas y follarla en su terreno, en su campo. Quería joder a esta docente con ganas de polla y su gran culo, era un espectaculo. Otro día, un poco más. Comenta si te gusta Laia.
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