Lo cierto es que nunca creí lo que hice la semana pasada, sexo telefónico y real con extraño. Soy Lourdes, una extranjera en Barcelona con un nombre muy catalán, aunque mi apariencia, bien podría pertenecer al mismo Londres. Rubia, 1,72, ni gorda ni flaca, sin apariencia de buscona, pero en realidad, una viciosa de cuidado.
Estoy casada con Antonio, mi marido, llevamos unos quince años ya en matrimonio, más unos cuantos de novios. Así que toda una eternidad. Muchas mujeres con mi edad, ahora ya tengo 45, se separan, se divorcian y cortan su monotonía por lo sano. Y a partir de ahí, hacen lo que quieren, salen con hombres, se divierten y no tienen que dar explicaciones a nadie.
Sexo telefónico para hacer cornudo a mi marido
Yo he optado por lo primero, no divorciarme, es decir, seguir casada y con esa rutina que cada día se hace más pesada. Rutina que ha desaparecido a un vicio inconfesable que tengo desde hace unos meses. Y es hablar con extraños por teléfono, sí, algo tan sencillo como eso me distrae; y lo más importante de todo, me excita.
Me pone calentísima hablar con hombres que lo único que buscan es una conversación guarrilla con una mujer cualquiera, y si no es profesional mejor. Con una mujer normal de andar por casa. Pues desde hace unos meses como decía hablo con hombres a espaldas de mi marido, digamos que no cuernos cuernos, ya que solo es hablar.
Solo, hasta la semana pasada, que no solo fue hablar, no solo fue sexo telefónico, si no mucho más, quedamos, sí, quedamos en el campo para que nadie nos viera. Ni mi marido ni nadie, y así y de este modo, aún pude ponerme más perra que nunca. Con otro hombre que no era mi esposo, y no solo eso, con una llamada telefónica, que si quieren más, otro día les contaré. Paracía una linea erotica cornudos, cuando me veía en esa situación. Pero así, fue. Una línea erótica para llamar a mi propio esposo mientras estaba con un extraño, con el que me había encontrado por primera vez.
0 comentarios