Y como decía en mi otro relato que mandé, soy muy normalita, esa vecina madura española tetona que piensas que te la podrías follar. Pero al final nada. Pues bien conmigo es algo distinto, soy muy cachonda y te digo que si fueras mi vecino y lo intentaras, lo más seguro que te invitaría a mi piso. Y así es como me he follado a un vecino que tengo que hace tiempo me gusta.
En cuanto mi cornudo marido sale, ya llevo un tiempo que rompí el hielo con este chico. Y al final, porque la historia es muy larga, le hice pasar y me folló enterita. La verdad es que pone a cien, su polla es más grande que la del minipolla de mi marido y me llena entera. Me parte en dos cada vez que me pone a horcajadas en la mesa de la cocina. Es un escándalo cómo me folla el muy cabrón. Pero qué le voy a hacer, si me pone perrísima.
Mi esposo no vale para nada, es un pelele auténtico, seguro que se le pondría dura solo de verme chupársela a otro. A veces ha llamado a linea erotica cornudos para que le digan lo que es, una vez le pillé. Estaba en nuestra cama sentado, con su ridículo minipene mojado como una putita barata, seguro que hablando con numeros eroticos tetonas mandonas. Con mala leche como podría ser yo. Un día le diré de todo.
Vecina madura española follando en la cocina
Entonces en cuanto mi marido se va a trabajar, yo todavía con la ropa de andar por casa, y con las dos tetas a reventar, llamo enseguida a mi amante vecino. Le llamo y le digo que venga. Nada más entrar por la puerta, lo hacemos con cuidado que no nos vean, se pone como loco. Lo único que quiere es chuparme los tetones que me los saca enseguida de mi caliente sujetador. Está calentito toda la noche de dormir con mi inútil marido.
Y entonces es cuando empiezo a buscar su pollón, como una loca enfermiza, para poder tocar una pija de verdad, gruesa y gorda. Que nada más arrodillarme la puedo oler y reconocer. Es la de mi amante. Y empiezo a mamar como la vecina madura española suya y a chupetear como buena zorra esposa. Y hotwife o como una más de las maduras españolas que corren por ahí. Total, a todas nos gustan los pollones, lo digan o no. Nos volvemos locas.
Y me arrodillo y se la saco del calzoncillo y se la mamo y relamo, me meto todo ese trozo de carne en la boca. Qué bien sabe, se la repaso hasta los huevos. Así en cuclillas, noto mi raja toda abierta y mojada, me chorrea que da gusto. Sé que hago cornudo al manso de mi marido y que me rindo ante un macho de tal dotación. ¿Soy una esposa perra por ello? No lo sé, qué opinan.
Sexo divino hembra linda real complaciente
Así quiero coger
Coger con una madura así de rica