Es algo bastante guarro la verdad, eso de vender bragas usadas de mi madre madura, y además bastante sucio, pero es lo que hago. Yo ya sé que no está bien mirar a mamá cuando se ducha, o aún peor, que me mire ella cuando me ducho. Pero en mi casa, ¡ESO PASA!

Dicen del amor maternal o filial, el incesto y todo eso, pero yo que queréis que os diga, en mi propia casa tengo una buena tetona y ella misma me la pone dura. Siempre fantaseé con que me tocara la polla mientras me duchaba y cosas así, porque a veces se metía en el lavabo mientras me estaba enjabonando.

Un día le dije que por qué entraba así, sin preguntar, y me dijo que era mi madre, que ella misma me había amamantado durante meses, me había dado de chupar teta y no pasó nada. Pues también tenía razón, lo que pasa que uno crece y parece como si eso hubiera que olvidarlo. Y hace cuatro días estaba chupando sus tetones.

Vender bragas usadas con olor de días

No hace muchos días, la que estaba en el lavabo meando era ella, entré como hace mi madre, sin preguntar. La vi sentada y la verdad que me excitó. Ella, como se cree que lleva el mando y las preguntas, aunque el MANGO lo llevo yo y entre las piernas, me dijo «¿qué haces ahí descarado, no ves que estoy meando?»

• Claro, por eso estoy aquí, para ver como lo haces, me da morbo, ¿no entraste tú el otro día mientras me duchaba?
• Sí es verdad, anda ven aquí mi pequeñajo, ¿parece que se te abulta la cremallera no?
• Pues sí, eso de verte las bragas bajadas y las medias, y sentada da un gustazo que no veas…
• ¿Ya, y que te gustaría hacer? -me lo dice. Mientras me acerco y veo desde arriba ese sujetador que cubre esos dos melones que le cuelgan, que tantas veces habré chupado.
• Nada, pues no sé -digo dubitativo- es que estoy cachondo, ¿por qué no te quitas las bragas y me las das…?

Ahí mismo, se las quitó, se quedó tal cual desnuda de abajo, la raja aún estada mojada del meado y sin bragas, qué voy a decir. Las piernas las dejó abiertas y con el olor a coño de toda la mañana porque en cuanto las tuve en mis mano, me las llevé a la nariz.

• ¿Qué haces guarro?
• Así no se habla a un hijo eh…. mmmm qué bien huelen.

Las olfateé exhaustivamente como hacen los perros de la droga. Su coño sucio es mi droga. Y la encontré.

• Me las quedo -le dije.
• ¿Cómo que te las quedas, y así me dejas? A una mami madura no se le deja de esta manera, ¿lo sabes verdad?

Me decía sentada, desnuda, con el sujetador que cubría media teta y ella misma tocándose los pezones de la excitación, provocándome… y fue a más. De hecho, ¡hay mucho más!

Sus braguitas robadas son para vender bragas usadas de ella a otro, para hacerlo feliz. Y yo encima pagarle a ella algún capricho. Como haría un amante. Hacerle un buen regalo porque se lo merece.

Desde ese día, eso de vender bragas usadas de mamá se ha convertido en una obsesión tanto como entrar sin preguntar en el lavabo. Y no solo cuando mea, si no cuando se ducha. Tengo mucho más que contar de ella.