Últimamente me ha parecido que los hombres me tratan como un objeto sexual desde que me separé en Madrid de mi esposo, que es donde vivimos, y quedo con alguno por chat sumisas, linea erotica BDSM. Me gusta entrar ahí y chatear, de sumisión y dominación, o bien en chat maduras o madres calientes. Sí, es lo cierto, y así puede parecer que me lo merezco, hablando de esta manera, pero, ¿hago algo malo?
Tengo mi hijo que me observa, soy madre y ama de casa al mismo tiempo, y él me mide todos mis movimientos en cuanto salgo de casa. Si voy con uno o con otro, y yo creo, que a mi edad, tengo 46, creo que me merezco al menos ser feliz.
Quedo con alguno desde mi divorcio, no muy a menudo pero sí cuando quiero. Me gustan y me calientan ciertamente. El último, lo conocí, por chat sumisa, porque me excita obedecer, que es donde entro a veces, y me encantó. Quedamos y listo, me llevó a un hotel, y su magnífica polla hizo de esta madre caliente una mujer toda mojada y extasiada.
Me folló como hacía tiempo que nadie lo hacía, y notaba toda su gorda pija desgarrándome por dentro, me abrió por completo en aquella cama de hotel, ya preparada por él. Sabía perfectamente a lo que iba.

Maduro usándome como linea erotica BDSM

Me puso a cuatro patas, me medio bajó las bragas, dominada y seducida, que me acertaban a medio cortarme la circulación de lo abiertas que tenía las piernas. Me las dejó por encima de las rodillas, pero ni esperó a que me las bajara del todo, me penetró y rompió por dentro. Notaba su verga gruesa y disfruté como una posesa y loca. Dame más, pedía a gritos yo. Luego me volteó, me puso para arriba, mi sexo peludo estaba entregado, a más no poder. ¿Soy una zorra por todo eso?

Iba a joder a una mamá perdida y desorientada, a darle nabo erecto a no poder más y dejarla sin fuerzas en la cama. Eso sería a pringar y enguarrar mi coño peludo, poco usado. Es decir, a darle vida. Acudía a sobar a esta madura gordita y magrearla hasta quedar su polla a gusto, amorcillada de usar a una buena zorra de cama. Es decir, a mí.

Madre ama de casa tetona y sexy en el baño

A menudo frecuento lineas eroticas de hombres, de tios pollones que ofrecen su sexo telefónico a mujeres desamparadas como yo. Llamo a la linea erotica BDSM de pollones dominantes y me pongo cachondísima, es algo así como un chat erótico, pero mucho más directo. No nos tocamos, es decir, no quedamos, les cuento mis fantasías más profundas y lo cierto es que alcanzo orgasmos increíbles al teléfono.
Pero ese día, que llegué del hotel, no fue de hablar por líneas eróticas, fue real de ser penetrada «in situ», y después, en casa, todo fue diferente.
Cuando volvía de haber estado con él, con ese extraño, volvía de estar bien follada, me esperaba mi hijo. Las historias de incesto, lo cierto es que siempre las he encontrado morbosas, pero nunca creí que yo pudiera ser objeto pasivo de las mismas.
Con ciertas tendencias por la dominación de hombres, por esa sumisión a la que me ofrezco y que tan caliente me pongo, mi hijo resulta ser, macho alfa. Es dominante y con carácter pero nunca pensé que pudiera ejercerlo sobre mí
Cuando llegué, él sospechó y acertó con todo lo que me había pasado en el hotel. Sostuvo la idea de que había estado con uno, con un hombre, y me dijo de todo, desde cerda, guarra, gorda y sexy, hasta puta en algún momento. No comprendí su ira, en ese instante, pero luego lo vi todo claro: sentía celos.
Todo esto fue, después de hacerme unas fotos robadas en el baño, mientras me limpiaba todo el sudor y semen de ese macho, de mi sesión de sexo contumaz y duro con ese maduro pollón. Lo cierto es que olía a semen toda yo, después de la larga y abundante descarga del semental. Y mi hijo, se percató de todo.

Mi hijo me espía con fotos desnuda en lavabo

Me sacó unas fotos, estilo comics porno incesto, de esas en las que las mujeres aparecen con tetas voluminosas, cuerpos aniñados pero listos para ser penetrados por duras y venosas pollas, pues él lo hizo, pero con fotos de verdad. Me indigné.
No podía comprender como me podía sacar fotos mientras me estaba cambiando, pero lo hizo. Me dijo que lo iba a poner en su blog, que las iba a subir a internet y poner algo así como «cerda sexy en el lavabo» o yo que sé, ni lo escuché.
Le quise arrebatar el móvil, celular para que no lo hiciera, y ahí estuvimos batallando por el teléfono erótico maduras, podía decirse. Porque era un telefono caliente, como los de linea erotica BDSM donde aparecía yo medio desnuda, con mis tetas al aire. En el forcejeo, se me salieron las tetas, la tengo grandes y de la pugna madre e hijo, salieron del sujetador. Y lo cierto, es que tras un toma y daca entre él y yo, me excité. Su fuerza desgarradora juvenil y verme con los senos al aire, moviéndose sin control, solo sujetos a la dirección y embestidas de mi hijo, me endurecí. Los pezones se me volvieron duros como piedras de la excitación.

El relato de una linea erotica BDSM madres

Sentada arriba, parecía el relato de una linea erotica de dominación y sumisión de madre cachonda. Yo, intentando mandar y controlarlo, pero fue imposible, de sobra sé yo, que el arrojo de un hombre y su virilidad mandona y de mandato, me calientan. Lo mismo que cuando llamo a la linea erotica BDSM, y se pone un tio al otro lado del teléfono, y que me ordena. Pero esto es en familia. Y encima si es mi hijo, uf, no sé qué pensar. Solo sé que estando arriba de él, para sujetarle sus movimientos con mi piernas abiertas, pude notar su erección rabiosa en su pantalón, que rozaba mis labios vaginales, hinchados por todo esa contienda y lucha incestual.

En definitiva, yo necesitaba la dominación de un hombre, y mi sumisión BDSM, pero de otro hombre, no mi hijo. Me sentía mal. Pero lo verdadero, es que estaba mojada otra vez, y esta vez con mucha fuerza. Pero no se lo podía decir…seguirá. Si les gustó pueden comentar. Y Habrá más. Sonia. (Apasionada del comic manga incesto y hentai XXX)