A mis 45 años mi vida sexual soy una tetuda infiel Skype y además, casada. Mi vida ha dado un giro radical en el último año, casada desde hace 25 años, me acostumbré a su boca. Me tuve que acostumbrar a sus pequeñas manos porque su micropolla no podía satisfacerme. Yo soy una mujer morena, gorda, tetona por webcam y muy caliente. Hace un año un compañero de trabajo me empezó a tirar fichas, «que si vaya tetas»»que quién pudiese tener un mujerona así…».
Yo veía a que crío casi de la edad de mi hijo que no sacaba la vista de mis grandes tetazas y mis bragas se mojaban. Un día me pidió mi Skype para hablar, para ver a esta tetuda infiel Skype, yo se lo di pero le dije que le escribiría cuando estuviese sola en casa. El sábado el micropolla trabajaba y mis dos hijos salieron, así que le escribí, él me dijo que abriese la cámara, me encontré a aquel Adonis desnudo y con un gran pollón apuntándome, yo no había visto nada igual en mi vida.
Bragas empapadas de tetuda infiel Skype
Mis bragas volvieron a empaparse, de esta tetuda infiel Skype y estaba cachonda no, lo siguiente. Pero cuando me dijo que me desnudase ya fue bestial, me corrí mientras lo hacía. Nos masturbamos uno mirando al otro y juro que nunca sentí tanto placer, mis grandes tetas tenían los pezones duros como piedras. Por la noche mi marido micropolla quiso follar y yo no pude evitar reírme al ver aquel gusano colgando entre sus piernas.
Seguí jugando con mi compañero cuando mis hijos y la micropolla de mi marido no estaba en casa. Hasta que pasados unos meses me propuso entrar en un grupo que tenía de amigos y jugar también con ellos. Antes ya había frecuentado webcams, como amateur.tv, pasion y las de sexomercado. Ninguna me gustaba. Prefiero lo natural. Ellos eran chicos de entre 20 – 30 años, algunos más jóvenes que mi hijo mayor, sus pollas jóvenes se ponen a mil.
Y sé, que cuando ven mis grandes tetas por webcam maduras y yo disfruto como una zorra con ellos, una vez al mes incluso quedamos y follamos en vivo.
Me encanta comerle los pollones a estos cinco chavales, que me follen uno a uno y luego seguir con nuestras fiestas por Skype hasta la próxima sesión en vivo.
En cuanto a mi marido, se lo he contado, ha asumido su papel y le gusta verme disfrutar con ellos, mientras se pajea. Por eso, cuando termino las videollamadas calientes él me come el coño empapado después de haberme corrido con ellos. O me da por llamar a una linea erotica casadas para correrme con un tío, y el cornudo delante. Y me lo deja bien limpio. Esto ha hechoque nuestra vida sexual mejore, pero que yo esté satisfecha.
0 comentarios